La temible llamada
Es fácil para mi saber cuál ha sido la mejor llamada teléfonica recibida en mi vida. También las dos peores, relativas al mismo suceso con quince días entre sí. Las tres llamadas sucedieron hace más de 6 años en mi país. Desde ese entones, y viviendo en EEUU he tenido muy claro cuáles son las tres llamadas más criticas y complicadas que podría recibir estando aca. La semana pasada llegó una de ellas.
Vivir en Estados Unidos ha tenido ventajas para mi matrimonio. Siendo de distintos países, nos queda más balanceado vivir aquí porque ambas familias están a distancia. No es por problemas, sino para evitar la melancolía que provoca poder ver frecuentemente a unos y no a otros. Claro, le afecta más a ella pues yo con toda la felicidad del mundo me iba a vivir a Colombia y en especial a Medellín de inmediato (¿alguien tiene un trabajito disponible?), y además es casi una década que no vivo con mis padres y he pasado meses sin comunicarme al teléfono. A veces, ese espacio es precisamente una ventaja... pero queda la tremenda situación de sentirse ... solo. Siendo sólo dos.
Hace un par de años, que mi abuelo estuvo grave por unos meses, fueron muchas las llamadas de mi madre buscando apoyo en la distancia. Como hijo mayor a veces me tocaba escuchar atentamente su llanto, y otras veces le preguntaba "¿te quedste huerfanita, madre mía?" sólo para hacerla reir de mis totnerías. Afortunadamente, los meses pasaron, mis vacaiones llegaron y fue justo a las pocas horas de haber yo aterrizado en Guate que pude estar a su lado al momento de la llamada má dificil de todas.
Y desde entonces, sólo hay tres llamadas que podrían trastornar mi mundo viviendo acá en Estados Unidos lejos de toda la familia, mejor dicho, las dos familias.
La semana pasada, cuando apenas me preparaba para la ducha mañanera, suena el teléfono y mi primera reacción fue "ya quiere asegurarse que no me haya quedado dormido para no llegar tarde al trabajo". Me equivoqué... ya sólo quedan dos llamadas de las cuales preocuparme. Afortunadamente, la primera (o número tres) pasó sin consecuencias trágicas.
Vivir en Estados Unidos ha tenido ventajas para mi matrimonio. Siendo de distintos países, nos queda más balanceado vivir aquí porque ambas familias están a distancia. No es por problemas, sino para evitar la melancolía que provoca poder ver frecuentemente a unos y no a otros. Claro, le afecta más a ella pues yo con toda la felicidad del mundo me iba a vivir a Colombia y en especial a Medellín de inmediato (¿alguien tiene un trabajito disponible?), y además es casi una década que no vivo con mis padres y he pasado meses sin comunicarme al teléfono. A veces, ese espacio es precisamente una ventaja... pero queda la tremenda situación de sentirse ... solo. Siendo sólo dos.
Hace un par de años, que mi abuelo estuvo grave por unos meses, fueron muchas las llamadas de mi madre buscando apoyo en la distancia. Como hijo mayor a veces me tocaba escuchar atentamente su llanto, y otras veces le preguntaba "¿te quedste huerfanita, madre mía?" sólo para hacerla reir de mis totnerías. Afortunadamente, los meses pasaron, mis vacaiones llegaron y fue justo a las pocas horas de haber yo aterrizado en Guate que pude estar a su lado al momento de la llamada má dificil de todas.
Y desde entonces, sólo hay tres llamadas que podrían trastornar mi mundo viviendo acá en Estados Unidos lejos de toda la familia, mejor dicho, las dos familias.
- Uno, que mi madre o mis hermanos llamaran a informarme de algo grave en casa (un reciente asalto a mi hermana ni fue tan grave, ni tan inesperado, que incluso prefirió esperar unos días a que mi mamá regresara de su viaje por acá para contárselo y no ponerla nerviosa en la distancia.).
- Dos, alguna llamada desde Colombia para comunicar algún imprevisto serio con mis suegros.
- tres, la única llamada que me angustia recibir dentro de EEUU: que mi esposa me llame comunicandome que ha tenido un accidente de tránsito
Y
La semana pasada, cuando apenas me preparaba para la ducha mañanera, suena el teléfono y mi primera reacción fue "ya quiere asegurarse que no me haya quedado dormido para no llegar tarde al trabajo". Me equivoqué... ya sólo quedan dos llamadas de las cuales preocuparme. Afortunadamente, la primera (o número tres) pasó sin consecuencias trágicas.
Labels: Experiencias, Familia, Llamadas Telefónicas
posted by soyChapin at 8:01 PM
10 Comments:
Hola
Bueno estuve o mas bien me preocupe ...!!!!
Gracias a Dios no fue trajico como dices...
que buen post, yo tambien tengo temor a las mismas llamadas!!! espero no haya sido grave el accidente!!! Bendiciones!!
joder, que buen post, me atemoriza tanto recibir una llamada desde guate contandome alguna tragedia, estamos en la mismas paisa
saludos
Gracias por entrar a mi blog, creo que la mayoria tenemos conflictos internos y eso crea una batalla entre nuestros "yo", tampoco es que me guste mucho el tarot pues creo en la realidad, en el hoy. HHaaa y gracias por la corrección ortográfica, pues la verdad no es que sea muy buena en el tema...
Aahora, hablando sobre tu post creeme que yo tambien estoy pasando por lo mismo, o mejor dicho, un tío que esta en Estados Unidos esta en la misma situación claro que peor porque mi abuelita que esta aqui en Colombia esta muy grave de salud y lo peor es que él no tiene permitido viajar por que sufre del corazón, así que solo le queda esperar por esa terrible llamada. Tienes que ser positivo y confiar en que las cosas van a salir bien y en el caso contrario tomarlas con calma y de la mejor forma posible.
Me gusto mucho el "approach" que le diste a este post. Escribiendo sobre las tres llamadas "temibles" por asi 'llamarlas'.
Menos mal la "tercera (que en este caso paso de primera) no fue nada "de hosptial".
Pues hablando de llamadas telefonicas, recuerdo que una de mis fobias mas grandes es al telefono. uyyyy ese sonidito que emite, no se...any way, SI..definitivamente hay muchas llamadas temidas, la cosa es que algun dia tendran que ser hechas, aunque talvez no respondidas.
pero gracias a Dios esa llamada que recibiste ya pasó, y no pasó a mayores...
p.s. otra cosa que me gusta de Albert es que como no tenia ni idea qué era internet. podia vivir tranquilo sin pensar que no tenia conexion en su casa... ahhh que tragedia...
God bless u!!
Menos mal no fue nada grave. Ya me estabas asustando con lo de las 3 llamadas.
La peor llamada que he recibido hasta el día de hoy la contesté hace siete semanas y la hizo mi esposa para informarme de la muerte de mi mejor amigo.
Saludos a D.
Por cierto... yo también me estrellé en Houston y no tuve a quien llamar. De haberlo sabido... la próxima vez te llamo a tí, jeje.
Lo lamento, lo material no importa si ella esta bien, aunque imagino asustada... saludos.
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