Esta es mi vida a través de mis palabras. EGOCIDIO: ¡Ya sé lo que espero de éste Mundial!

Friday, April 28, 2006

¡Ya sé lo que espero de éste Mundial!

Cualquiera con quien he medio minuto de fútbol conoce algunas mis verdades:
1. Prefiero ver a Argentina campeón mundial que a Guatemala en su primer mundial. (por razones socio-político-económicas y antinacional-deportivas)
2. No tengo ni la menor idea de los últimos 50 campeonatos nacionales de Guatemala, pero muy bien sé los últimos cincuenta campeones de España. (<-es exageración, pero cada día me acerco más) 3. Para que no me digan que no soy buen chapín, disfruto muchísimo ver perder (Aún más que ver ganar a los mercenarios futbolistas chapines) a la Selección de Mexico. ( Y no por haberse quedado con lo que mi papá soñaba en "Colombia 86")
4. Y sobre todo, si Brasil está jugando Y ganando, prefiero ver básquetbol... hmmm... no, prefiero ver ... repeticiones de Seinfeld, NO, no me gustó nunca.. ya sé, prefiero ver la TV apagada mientras imagino que estoy en casa de mi mamá viendo mis viejos VHSs de los mundiales de Mexico, Italia, EEUU (excepto la vergonzosa final), y Francia (sobretodo, la maravillosa final)

Y es que, como la mayoría de chapines adoran a la verdeamarilla, pues quizá por ir contra la mayoría yo la detesto. Pero la otra vez, hice un análisis más racional:
El primer mundial que se vió por TV en todo el mundo fué el de Mexico 70.
En ese entonces, Brasil tenía, según dicen, un juego y un equipo sensacional.
A causa de eso, millones de chapines, mi papá incluído, quedaron fascinados con la selección de Brasil.
Mi primer mundial fué el de España y me enamoré de Francia. Y por cierto suceso en la semifinal odié a Alemania Federal. (¿alguien recuerda a Schumacher y Batiston?)
Pero el primer mundial que disfruté completico y entendí mejor fué el de Mexico 86.
En ese mundial, Argentina jugó... indescriptiblemente bien, de la mano de dios, digo, de San Diego.
Y encima de todo, en la final Argentina le ganó a Alemania, en la última final donde ambos equipos han anotado (hasta ese entonces, en todas las finales, ningún equipo se había quedado a cero.
Entonces me hice fanático de Argentina, sobretodo, con la decepción de Dinamarca.

Aún recuerdo un artículo de prensa en el que, segú las computadoras más modernas de la época, Dinamarca sería campeó mundial ganándole a Brasil en la final.
Pero cada Mundial ha tenido sus decepciones... y vaya si no fueron grandes:
En España 82, la propia España y Argentina: en toda la historia, las peores participaciones de un equipo anfitrión y de un campeón reinante.
En Mexico 86, Dinamarca: goleando a Uruguay, terminó goleada por Butragueño.
En Italia 90, la segunda naranja mecánica de Koeman, Gullit, Ridjaard, y Van Basten.. terminó machucada.
En EEUU 94, todos esperaban ver a Colombia al menos en cuartos, sino en semifinales, y ... pues....
En Francia 98, España pintaba para mucho, muchísimo, y eliminada en primera fase.
En Japón/Corea 02, Argentina era favorita para campeón, y por vez primera en 30 años eliminada en primera fase.
Por lo tanto, ES MI DESEO MAS FERVIENTE, que continuando la tradición de equipos favoritos que fracasan en el Mundial, este año sea el gran favorito, Brasil, el que no pase de la primera fase.

Que juegen bonito está bien, pero que pierdan... y que gane... pues que gane cualquiera...pero que pierda Brasil.

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7 Comments:

Blogger Ciudadano Tipico said...

Comparto el loable deseo de desarle muerte futbolística a Brasil en éste mundial. Lo comparto.

Confieso que me dolió mucho en Italia 90 no que colombia no quedara de algo... -quedar en octavos de final fue lo mejor, mediocre pero no esperabamos eso-. sino que la Naranja Mecánica no funcionase como debió... fue toda una lastima... como me gustaba el equipo.

Condeno que no le haya gustado Seinfield... si era excelente !

Y finalmente abro mi corazón a la palestra pública... en todo caso no importa lo que diga porque despues de todo no me gusta el futbol más de lo que me gusta ver llover o comer tacos rancheros. Larga historia.

Saludos Doctor. y por demás. me llena de orgullo ser el primero en comentar. Lamento no haber emanado algo docto en términos futbolísticos pero pues... I'll Survive.

4/29/06, 1:35 PM  
Blogger Filipogs said...

No tengo nada contra brasil, pero ya me cansa que se lleven toda la gloria. Mi primer mundial (oficialmente, de los otros no me acuerdo) fue el de Francia 98, y pues tampoco me gustó la victoria de Francia, en cambió me encantó la actuación de Croacia; respecto a los Argentinos, como buen colombiano que se respete, le fastidia el ego de los Argentinos, pero bueno, la cosa es que si en éste mundial no ocurre nada que de verdad me apasione, creo que me veré obligado a erradicar la poca, la insignificante pasión que le tengo al futbol que a pesar de ser muy poca, valga aclarar, me ha hecho vibrar de emoción en varias oportunidades.

4/30/06, 4:17 PM  
Blogger JuanFalla said...

Uhm... algun favorito que pierda en la primer ronda? Que tal la misma Alemania????

En este mundial yo poy por Argentina y por Brazil. No tengo nada en contra de ellos. Es mas, me gustan los equipos que sudan la camiseta, aquellso que parece que estuvieran peleandose la vida en ese partido.

Este fin de semana compre una chaqueta y una tercer camiseta del mundial. Ya solo me falta que llegue el album de Colombia, y no es sino esperar al 9 de Junio.

5/1/06, 3:42 PM  
Blogger GUAGUAU said...

ARGENTINA BRASIL ALEMANIA INGLATERRA FRANCIA MIS FAVORITOS FINALISTAS INGLATERRA BRASIL
CAMPEON INGLATERRA
UN ABRAZO VIRTUAL

5/2/06, 9:23 PM  
Blogger SrFiasco said...

Ajá, espero que Brasil decepcione y que si se puede el campeón sea Inglaterra o Argentina.

5/6/06, 2:14 AM  
Blogger Chandaxi said...

Bueno, yo ya estoy tranquilo. Pues no es tan bueno saber desde ya cual será el equipo campeón, pero sí queda uno liberado de tanto estrés.

Ah sí!, el link para saber cual es el equipo campeón: AQUí

5/26/06, 9:43 PM  
Anonymous Anonymous said...

“Y un día el potrero paso por Gelsenkirchen”



La estación de trenes de Gelsenkirchen es un hervidero de gente. La excitación es general y no solo la ponen los hinchas Serbios y Argentinos… Alemania toda esta envuelta en la fiebre del Mundial y son también los locales quienes no se quieren quedar fuera de la fiesta. Tanto es así que muchos, pero muchos deciden hacerse hinchas del fútbol al ponerse camisetas celestes y blancas. Es extraño ver a no argentinos que se enfundan en nuestros colores por admiración a nuestro fútbol. Y a los argentinos presentes eso nos llena de orgullo, sin olvidar el fuerte empuje motivador.



Ufff, otra vez a la búsqueda de entradas. Los rumores en pleno centro de la ciudad mandan, que venden por aquí, que venden por allá… pero no se encuentra a los revendedores fácilmente. La reventa, si bien en teoría combatida por la FIFA, funciona a escondidas pero a pleno. De repente si, surge el primer vendedor. Un hincha argentino, un muchacho directamente transportado del tablón de Buenos Aires a tierras germanas. “Mira pibe, por menos de 300 no te la puedo vender, y tengo solamente una”. No. Somos 3 y no queremos pagar más de 200 euros. A seguir buscando. Al fin damos en la tecla… otro hincha argentino nos dice que le acaba de comprar a un revendedor alemán. Nos da el número de celular… “tenes que hablarle en ingles” nos “previene” (si, gracias, no estamos en BA)… lo llamamos y empiezan las negociaciones… primero por teléfono y al final cara a cara, dentro de un supermercado, lugar convertido en una suerte de oficina para hacer negocios. El hombre es todo un profesional, y utiliza muy bien su mayor poderío de negociación… quiere 250 euros por cada entrada, ni un euro mas ni un euro menos. Le ofrecemos 200, y sumamos 2 compradores más a la causa. La balanza comienza a inclinarse de nuestro lado… ya somos 5 y esta vez la oferta es de 1.100 euros por las 5. Aceptado. Ahora si, estamos listos para salir a la cancha.



Pero antes decidimos hacerle honor al lema del Mundial, que se incluye en todos los carteles y folletos: “a time to make new friends” (la ocasión para hacer nuevos amigos) Nos sentamos a tomar unas cervezas con un grupo de Serbios. La imagen de camisetas azules y albicelestes entremezcladas, sonrisas y cervezas de por medio, cautivo por un momento la atención de los compatriotas que pasaban por allí. El fútbol en Argentina no esta acostumbrado a ver esas cosas. Somos muy pasionales, y vemos al rival como al enemigo a vencer y destruir. Pero allí estábamos nosotros a las carcajadas con nuestros nuevos amigos. A los serbios se los notaba confiados, cuando les pregunte quien iba a ganar, uno me respondió mostrándome 3 dedos y diciendo Serbia, por supuesto. Pobre, no sabia lo que venia.



1 hora y media antes del partido decidimos irnos para al estadio. Pero para nuestra sorpresa, en ese mismo momento otras 20 mil personas habían decidido lo mismo. Resultado, la organización y previsión alemana se vio ampliamente desbordada. Los tranvías y colectivos que llevaban al estadio no daban abasto. A duras penas nos subimos a un colectivo. Cada vez que el chofer doblaba se escuchaba el ruido del chasis de metal raspando el asfalto… estaba completamente sobrecargado. El chofer empezó a gritar que nadie se moviera y el andar se hizo extremadamente lento. Llegamos un minuto antes de que empezara el himno argentino. Sudando, y sin aire de tanto correr, nos dejamos caer en nuestros asientos. Pero pronto las imágenes que nos daría el césped nos harían levantarnos, saltar, agitar remeras y abusar de gargantas... ya no volveríamos a estar sentados otra vez. Un verdadero regocijo de fútbol iba a empezar y ni uno solo de los 52.000 asistentes se esperaba lo que vendría.



El partido comienza de bastante manera similar al de Costa de Marfil. Otra vez Argentina dominando la pelota, firme en defensa y con un Saviola marcando la diferencia. Pero con el correr de los minutos parecía que los jugadores argentinos cada vez más disfrutan tocando. Y es con ese disfrute cuando la magia se produce y poco a poco ese dominio táctico se transforma en baile… como en el potrero. El segundo gol de Argentina confirma el baile y sentencia el partido. El impacto psicológico en los Serbios es brutal. Ya le comentare a papa en el entretiempo que en el segundo vendrán dos goles más. Me quede corto. Vendrán 3.





A todo esto, tanto jugadores como hinchas recibimos una inyección de energía cada vez que muestran a un exultante Maradona en la pantalla gigante. El gran Diego, enfundado en aquella camiseta sagrada numero 10, marca Le Coq Sportif, de México 86 es puro aliento a los 11 de abajo. Y si Diego te alienta así, como no vas a volar en el césped…y en las tribunas…



Es tal la ansiedad por ver más que los 15 minutos del entretiempo parecen 2. Los primeros minutos del segundo tiempo ven a Serbia adelantarse un poco y a Argentina esperando, retomando el aliento como el que sabe que todavía ira por mas. Afuera, en el banco, hay dos chiquilines con mucha hambre de gloria. Y aquí utilizare la misma frase que utilizo la prensa inglesa cuando por fin Rooney pudo saltar a la cancha contra Trinidad y Tobago… “Rooney unleashed” (“Rooney desatado”). Pero la actuación del delantero ingles se pareció mas a la de un gatito enojado. Los perros rabiosos con ganas de morder y atacar estuvieron en Gelsenhirchen. Messi y Tevez se devoraron la cancha, se divirtieron e hicieron divertir. “Porque no juegan desde el inicio?” me pregunta un alemán. Le sonrío y le digo, “no te preocupes que ya te vas a cansar de verlos”.



El final es apoteótico, con remeras y banderas al grito de ole, ole ola cada día te quiero mas, ohhh, Argentinaaaaa, es un sentimiento, no puedo paraaar. Los jugadores cantan la misma canción, concientes de que lo que han hecho es histórico. Y entonces comienza a pasar tímidamente primero y en forma masiva después… primero una mujer rubia, que estaba con su familia. Luego un grupo de jóvenes con la camiseta de Alemania, luego hasta un guardia de seguridad. Todos, todos comienzan a sacar fotos de los jugadores y la hinchada argentina festejando como uno solo… Ellos saben bien que seguramente nunca más verán algo así en su Gelsenkirchen. Bien vale la foto del recuerdo.



Nos quedamos cantando media hora dentro del estadio, con el orgullo de representar al país que hoy había roto todos los pronósticos de fútbol negocio, aburrido, mezquino y corrupto. Hoy, como por arte de magia, se transporto el potrero argentino a las tierras de Alemania. Y parecieron estar jugando a otro deporte… pero no, jugaron al fútbol. Al fútbol argentino.





Ariel Giusti

Viernes 16 de Junio del 2006.

6/20/06, 10:25 PM  

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