Si Ella Me Faltara Alguna Vez....
¿Sabrán los compositores el profundo auxilio que nos ofrecen sus palabras en momentos particulares? Con sus líneas se meten en nuestra vida y familia.
¡Cómo una simple sucesión de palabras adecuadas embellece casi cualquier melodía y ahí, hecha canción, se queda con nosotros para hacernos recordar, para hacernos soñar, sufrir, llorar... vivir!
Había oido mencionar a Pablo Milanés, pero nunca le había escuchado. Fue con Di que empece a conocer su música, y discretamente a apreciarla (tratando de olvidar que antes le consideraba un "resentido trovador comunista" aunque repito, NUNCA le habia escuchado pero sí a sus fans), y claro con el matrimonio me atreví a comprar unos cuantos CDs para continuar con el cortejo de obsequios y detalles.
Como era tan difícil encontrar más discos de Milanés en EEUU, decidí una noche iniciarme en la búsqueda de MP3 por internet. Fué ya hace casi tres años la única vez que busqué y bajé canciones MP3 ROBADAS, impulsado por ver, además de la favorita "Yolanda", un dueto entre Milanés y otro artista significativo entre Di y yo: Arjona. Tratando de justificar mi abominable práctica de haber bajado una canción robada, busqué el CD donde aparecía esa versión y al primer viaje a Guatemala lo compré: Pablo Querido, una colección de duetos de Milanés con distintos artistas latinoamericanos. Al cabo del tiempo, me encantó también la última canción del disco dos: Si Ella Me Faltara Alguna Vez, a dueto con Fher, de Maná.
A Di, quien ya conocía la canción, le hacía pensar en su madre, y a mi.. pues en nadie... hasta la semana pasada.
****
Cuando escuché en la voz de mi madre ese tono de angustia salté a la pregunta: ¿todo bien? ¿qué pasó?
Yo, usualmente y en tono de broma respondo al ¿qué pasó? con un "no ha pasado nada pero puede pasar". Mi mamá simplemente dijo: Si, todo bien m'ijo, no te preocupes, pero es que.....
****
Lauren tiene Síndrome de Turner. De niña tenía leves rasgos del Síndrome Down, pero desaparecieron antes de los 10 años. Además del Síndrome, nació con soplo cardíaco, una deficiencia que desde niño me permitió ver a mi madre suplicar a su Dios y su estatuillas de cerámica por ver a mi hermana celebrarndo sus quince años. Sólo eso le pedía, pero Dios, afortunadamente sin celos de compararlo con figurillas de conquista y opresión, nos dió mucho más.
A mi madre le dió en su hija una compañera, y por mucho tiempo, una razón para vivir. A mi me dió una amiga con palabras sabias y brazos de consuelo, con mirada de perdón. Perdón por haberle gritado "retrasada mental" cuando en mi niñez me cansaba de las burlas de mis amiguillos de vecindad. Perdón por haber ignorado sus sentimientos y menospreciarla siempre como especial. Perdón por no ser siempre el ideal que como hermano mayor ella construyó en mi.
Al menos aprendí inglés a tiempo. Y a sus dieciocho años pude ser traductor en aquellas largas horas de cirugía en la que media docena de especialistas en misión médica le obsequiaron su trabajo y su arte. Pobrecita mi madre que por su falta de práctica no entendió cuando nos dijeron "with the new valves she will be fine at least for another twenty or thirty years". Pasó casi un año que la veía llorar hasta que cansado le reclamé: "¿Y ahora porqué?, si con la operación todo cambió" Sollozando: "Porque los doctores dijeron que talvés sólo llegaría a vivir hasta los veinte." Enojado sonriente: "Madrecita tonta, que CON LA OPERACION ESTARA SIN PROBLEMAS COMO MINIMO VEINTE ANOS MAS". Van nueve.
Afortunadamente el tiempo nos dió tiempo de hacernos amigos, y aquí estamos, yo bien, y ella, a sus 25 años, aún atrapada en cuerpo de niña de 12 y una mente preadolescente, pero con percepción de adulta sobre la vida y.... lo que viene después de la vida.
Por eso me tranquilizo un poco al escuchar los detalles que me confió mi madre esta semana. Porque sé que Lauren vive en paz, y tiene fé en su futuro, y en su presente. Las angustias del futuro las acapara mi madre al pensar qué sería de ella si le faltara su única hija, la menor de tres. Y las angustias del presente las comparto yo, desdibujandome entre el papel de hijo mayor en quien encontrar serenidad y el hombre adulto que sufre por su hermana, su única hermana, su amiga, mi hermanita.
Dificil tener con ella canciones en común cuando nos separan seis años de edad. Pero aunque nunca toleró el rock, ha ido heredando mis discos viejos, para hacerme recordar con su desafinada voz las canciones de mi ayer. Quizá ahí está la magia de la música, en la alegría que nos dá aún al hacernos revivir tristezas... poque en aquellas canciones soñé y sufrí, pero sobre todo sentí. Ahora sirven para recordar y sonreir sobre lo que ya no es, y celebrar lo que llegó. Por eso con esas canciones la siento más cerca.
Y no puedo escribir más porque se nubla mi mirada. No puedo ver hacia adelante entonces trataré de enfocarme en este día, en esta semana de admisiones a hospital y más electrocardiogramas y un sonograma preocupante. Anhelando que llegue un mes más, otro año, el resto de una vida larga. Por ahora, lo único que sé es que si ella me faltara alguna vez, preferiría no haber escuchado nunca esa canción.
¡Cómo una simple sucesión de palabras adecuadas embellece casi cualquier melodía y ahí, hecha canción, se queda con nosotros para hacernos recordar, para hacernos soñar, sufrir, llorar... vivir!
Había oido mencionar a Pablo Milanés, pero nunca le había escuchado. Fue con Di que empece a conocer su música, y discretamente a apreciarla (tratando de olvidar que antes le consideraba un "resentido trovador comunista" aunque repito, NUNCA le habia escuchado pero sí a sus fans), y claro con el matrimonio me atreví a comprar unos cuantos CDs para continuar con el cortejo de obsequios y detalles.
Como era tan difícil encontrar más discos de Milanés en EEUU, decidí una noche iniciarme en la búsqueda de MP3 por internet. Fué ya hace casi tres años la única vez que busqué y bajé canciones MP3 ROBADAS, impulsado por ver, además de la favorita "Yolanda", un dueto entre Milanés y otro artista significativo entre Di y yo: Arjona. Tratando de justificar mi abominable práctica de haber bajado una canción robada, busqué el CD donde aparecía esa versión y al primer viaje a Guatemala lo compré: Pablo Querido, una colección de duetos de Milanés con distintos artistas latinoamericanos. Al cabo del tiempo, me encantó también la última canción del disco dos: Si Ella Me Faltara Alguna Vez, a dueto con Fher, de Maná.
A Di, quien ya conocía la canción, le hacía pensar en su madre, y a mi.. pues en nadie... hasta la semana pasada.
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Cuando escuché en la voz de mi madre ese tono de angustia salté a la pregunta: ¿todo bien? ¿qué pasó?
Yo, usualmente y en tono de broma respondo al ¿qué pasó? con un "no ha pasado nada pero puede pasar". Mi mamá simplemente dijo: Si, todo bien m'ijo, no te preocupes, pero es que.....
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Lauren tiene Síndrome de Turner. De niña tenía leves rasgos del Síndrome Down, pero desaparecieron antes de los 10 años. Además del Síndrome, nació con soplo cardíaco, una deficiencia que desde niño me permitió ver a mi madre suplicar a su Dios y su estatuillas de cerámica por ver a mi hermana celebrarndo sus quince años. Sólo eso le pedía, pero Dios, afortunadamente sin celos de compararlo con figurillas de conquista y opresión, nos dió mucho más.
A mi madre le dió en su hija una compañera, y por mucho tiempo, una razón para vivir. A mi me dió una amiga con palabras sabias y brazos de consuelo, con mirada de perdón. Perdón por haberle gritado "retrasada mental" cuando en mi niñez me cansaba de las burlas de mis amiguillos de vecindad. Perdón por haber ignorado sus sentimientos y menospreciarla siempre como especial. Perdón por no ser siempre el ideal que como hermano mayor ella construyó en mi.
Al menos aprendí inglés a tiempo. Y a sus dieciocho años pude ser traductor en aquellas largas horas de cirugía en la que media docena de especialistas en misión médica le obsequiaron su trabajo y su arte. Pobrecita mi madre que por su falta de práctica no entendió cuando nos dijeron "with the new valves she will be fine at least for another twenty or thirty years". Pasó casi un año que la veía llorar hasta que cansado le reclamé: "¿Y ahora porqué?, si con la operación todo cambió" Sollozando: "Porque los doctores dijeron que talvés sólo llegaría a vivir hasta los veinte." Enojado sonriente: "Madrecita tonta, que CON LA OPERACION ESTARA SIN PROBLEMAS COMO MINIMO VEINTE ANOS MAS". Van nueve.
Afortunadamente el tiempo nos dió tiempo de hacernos amigos, y aquí estamos, yo bien, y ella, a sus 25 años, aún atrapada en cuerpo de niña de 12 y una mente preadolescente, pero con percepción de adulta sobre la vida y.... lo que viene después de la vida.
Por eso me tranquilizo un poco al escuchar los detalles que me confió mi madre esta semana. Porque sé que Lauren vive en paz, y tiene fé en su futuro, y en su presente. Las angustias del futuro las acapara mi madre al pensar qué sería de ella si le faltara su única hija, la menor de tres. Y las angustias del presente las comparto yo, desdibujandome entre el papel de hijo mayor en quien encontrar serenidad y el hombre adulto que sufre por su hermana, su única hermana, su amiga, mi hermanita.
Dificil tener con ella canciones en común cuando nos separan seis años de edad. Pero aunque nunca toleró el rock, ha ido heredando mis discos viejos, para hacerme recordar con su desafinada voz las canciones de mi ayer. Quizá ahí está la magia de la música, en la alegría que nos dá aún al hacernos revivir tristezas... poque en aquellas canciones soñé y sufrí, pero sobre todo sentí. Ahora sirven para recordar y sonreir sobre lo que ya no es, y celebrar lo que llegó. Por eso con esas canciones la siento más cerca.
Y no puedo escribir más porque se nubla mi mirada. No puedo ver hacia adelante entonces trataré de enfocarme en este día, en esta semana de admisiones a hospital y más electrocardiogramas y un sonograma preocupante. Anhelando que llegue un mes más, otro año, el resto de una vida larga. Por ahora, lo único que sé es que si ella me faltara alguna vez, preferiría no haber escuchado nunca esa canción.
Labels: Experiencias, Familia, Música, reflexiones
posted by soyChapin at 10:11 AM
9 Comments:
Ummmm. no se que decir...sólo que es un privilegio tener angelitos en la vida de uno.´
lo que cuentas me tendra pensativa todo el rato.
se me nublo la mente tambien al pensar en esa canción que mencionas juntandola con I grieve-Peter Gabriel
La vida sólo los pone en medio de nosotros para que aprendamos de seres diferentes a los que estamos acostumbrados, si ella te faltara alguna vez, lo único que te quedaría es recordar y seguir aprendiendo de ella, como lo harías con cualquier otra persona, pero recuerda que una de las cualidades de Lauren es la persistencia y eso no la dejará partir pronto.
Y luego de la partida.... sólo queda una gaza de tiempo y dolor...
Tu Di.
qué bonita historia la de su hermanita... espero que todo salga bien y que puedan disfrutar de su amor y particular lucidez mucho mucho tiempo más.
saludos...
Todo lo que vaya a suceder es por la suprema voluntad de Dios, y es lo mejor para tu hermana, como hija de Dios. Pero mientras esté con vos dale todo el cariño, amor, comprensión de la cual te sea posible expresarle, porque no hay consuelo mas grande como el recibir amor verdadero. Orá con fe.
WILMAR, SOLO PUEDO DECIRTE QUE EL BESO QUE NO ´SE DA SE PIERDE PARA SIEMPRE, ASÍ QUE COMO LE HAZ DADO MUCHO BESOS, SIEMPRE ESTARAN JUNTOS. YO TAMBIEN SOY LA MAYOR DE MI CASA TENGO 3 HERMANOS (DIABLOS CORRINCHOSOS Y HERMOSOS)Y LOS MAYORES SIEMPRE LLEVAMOS ESA VISION FAMILIAR .UN BESO
KATHERINE
Musicos visionarios...
¡Qué bonito ala!
De corazón deseo que todo salga bien...
que bonita historia... no conozco la cancion, hace muchisimos años deje de escuchar a Pablo... pero casualmente desde hace algun tiempo tengo nostalgia de volver a escucharlo... pero volviendo a la historia, que bendicion que hayan disfrutado de la compania de tu hermanita todos estos anos... y con fe en Dios (no en las estatuillas) van a compartir muchos anos mas.
No se que es sindrome de Turner, pero he conocido ninos con sindrome de down y me sorprenden sus comentarios... a veces los menospreciamos, personalmente me paso... pero cuando he tenido oportunidad de compartir con ellos me he sorprendido y envidio esa ingenuidad con que ven la vida, esa fe, ese amor que dan, ese empeño en sus actividades y esa sinceridad en sus actos!!!
Espero que el sonograma haya salido bien!!!... animo valiente, tu lo dijiste eres el hermano mayor, dale consuelo a tu madre y mucho amor a Lauren
todos un arte.. para aquellos días de melancolia.
Gracias por tu vista
te estare visitando
un abrazo
coti
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